Alimentarse de la propia inmortalidad.

Alimentarse de la inmortalidad.

 

 

 

¡¡¡Toda persona, que comulga, el cuerpo de Cristo, en una ceremonia religiosa, cristiana, se alimenta, de su propio, cuerpo inmortal, es decir, esa persona, se alimenta, de un cuerpo suyo, que, al final, de su estancia, en el mundo, se volverá invisible, a los ojos del mundo, en lugar de convertirse, en un cadáver, agusanado!!!

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