El control, de la respiración, y la felicidad.
Cuando, los pulmones de una persona, inspiran, la felicidad, de esa persona, tiende a volverse, la máxima.
Y cuando, los pulmones, de una persona, expiran, la felicidad de esa persona, tiende a volverse, nula.
Y por tanto, si los pulmones, de una persona, inspiran mucho, y expiran, poco, la felicidad, de esa persona, tiende a incrementarse, hacia la máxima.
Y por tanto, si los pulmones, de una persona, inspiran poco, y expiran mucho, la felicidad, de esa persona, tiende a volverse, nula.
Y por tanto, una persona, se vuelve, de felicidad máxima (Persona inmortal), cuando, sus pulmones, dejan de respirar, por medio, de una gran inspiración.
Y por tanto, una persona, se vuelve, de felicidad nula (Se muere), cuando, sus pulmones, dejan de respirar, por medio, de una expiración.
Javier Rubio Ortín
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