La vida humana, una vida, sin cadáveres….

No puede quedar, en el interior tenebroso, del planeta tierra…

Ningún cadáver humano.
¿Por qué, motivo?
Pues, porque, absolutamente, todas las personas, somos, en realidad, unos cosmonautas de Dios (Hijos e Hijas), viajeros, libres, por el cielo, y por todo el cosmos, por medio, de los ovnis piramidales.

Javier Rubio Ortín

Be First to Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *


− 9 = cero