El descanso de Dios.
Una persona, se goza, del descanso de Dios, cuando, esa persona, descansa, totalmente, es decir, cuando, esa persona, es plenamente feliz, mientras duerme, es decir, cuando, esa persona, se convierte, toda ella, en un diamante puro, invisible a los ojos humanos.
Y por tanto, una persona, que se goza, del descanso de Dios, no se convierte, en un cadáver, jamás.
Y por tanto, una persona, que se goza, del descanso de Dios, se cura, a absolutamente, todas sus enfermedades, y se vuelve, eterna, o inmortal.
Y por tanto, una persona, que se goza, del descanso de Dios, nace de nuevo.
Y por tanto, una persona, que se goza, del descanso de Dios, se salva, de la muerte cadavérica, por medio, del poder de Dios.
Y por tanto, una persona, que se goza, del descanso de Dios, conquista, su vida eterna.
Javier Rubio Ortín
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