Y cuando llega, una enfermedad incurable, en el mundo…
Pues, como las personas, no somos, unos animales, más, del planeta tierra, sino, que, las personas, somos, unos cosmonautas de Dios (Hijos e Hijas), viajeros, libres, eternos, inmortales, incorruptibles, por el cielo, y por todo el cosmos, por medio, de las naves de Dios, u ovnis piramidales, pues toca, el pedirle a Dios, nuestras huidas del mundo, completamente vivas, según el consejo sabio, de Jesucristo:
Jesucristo: “Orad a Dios, que vuestras huidas, completamente vivas, del mundo, se produzcan, por ejemplo, dentro de quince días, dentro de tres meses, en la próxima primavera, ni en invierno, ni en día de reposo, etc., etc., etc.”
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment