La soberbia, y la humildad.

La soberbia, y la humildad.

Ambas cosas, solo, pueden existir, en unas personas, trastornadas, o perturbadas, por el mal, del interior tenebroso, de un planeta del cosmos, como, el interior tenebroso, del planeta tierra.
Es decir, una persona, no trastornada, o no perturbada, por el interior tenebroso, de ningún, planeta del cosmos, es una persona, 100 % natural, 100 % perfecta, que, por tanto, ni es soberbia, ni es humilde, sino, que solo es, el argumento, de un sueño, plenamente feliz, que conoce, que es la verdad, que, la hace libre, en su vida, viajera, por el cielo, y por todo el cosmos.

Javier Rubio Ortín

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