Los gases, de una persona.
Solo, son benignos, esos gases, para, esa persona, si esos gases, tienden a transmutarse, todos ellos, en la solidez, de esa persona, por medio, de la inspiración, de sus pulmones.
Es decir, los gases, de una persona, son solamente, un obstáculo, que impide, la existencia, de la plena felicidad, de esa persona, mientras duerme.
Y con, los líquidos, de una persona, pues, pasa, lo mismo, que, con los gases, es decir, los líquidos, de una persona, son benignos, para una persona, sí, y solo sí, esos líquidos, se transmutan, todos ellos, en la solidez, de esa persona (Sangre arterial).
Y por tanto, si a una persona, le suprimimos, de una forma, totalmente armoniosa, todos sus líquidos, y todos sus gases, le quitamos, a esa persona, todo lo que le impedía, es decir, todo lo que se oponía, a que esa persona, fuera, plenamente feliz, durmiendo.
Naturalmente, si a una persona, le suprimimos, todos sus líquidos, y todos sus gases, queda, una persona, 100 % sólida, sin movimiento alguno, sin vigilia alguna, es decir, una persona, 100 % dormida, pero…
¡¡¡UNA PERSONA, PLENAMENTE FELIZ!!!
Javier Rubio Ortín.
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