Enterrados, vivos.

Enterrados, vivos.

 

 

 

 

Si el cuerpo, dormido, en el reino de los cielos, de Jesucristo, crucificado, hubiera sido, enterrado, en el mundo, se hubiera enterrado, a un Jesucristo, completamente dormido, pero, a un Jesucristo, completamente vivo, en una tumba, de ese mundo.

Pero, todo esto, no llegó a ocurrir, realmente, porque, el cuerpo, dormido, de Jesucristo, crucificado, se volvió, invisible, en el mundo, poco después, de ser descolgado, de la cruz, y cuando, todas las personas, testigos de su crucifixión, lo perdieron de vista.

¿Cuántas personas, dormidas en el reino de los cielos, pero, completamente vivas, se han enterrado, en el mundo, a lo largo, de diez mil años…?

 

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