Una persona, 100 % dormida.
Es una persona, transmutada, toda ella, en un diamante puro, invisible a los ojos humanos, por medio, de una fuerza de unión.
Y por tanto, a una persona, 100 % dormida, no le ocurre, nada malo, en el mundo, aunque, a esa persona, 100 % dormida, se le utilicen, todos sus órganos internos, para realizar trasplantes.
Pues, posteriormente, esa persona, 100 % dormida (Diamante puro), puede despertar, a la vigilia, cósmica, de nuevo, en forma, de una persona, completamente sana.
Pero, si a esa persona, 100 % dormida, se le utilizan, sus órganos internos, para realizar trasplantes, después, ocurrirá, que dos personas diferentes, compartirán, unos ciertos órganos, comunes, durante, un cierto tiempo.
Javier Rubio Ortín
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