El trabajo.

Una persona, trabajando, en el planeta tierra.

Es una persona, sufriendo, una cierta cantidad de mal, en el mundo, que, en el futuro, se le convertirá, a esa persona, en la justicia divina, que finalice, para siempre, a su vida sufrida.
Lo que sucede, es que, las personas, no estamos hechas, para sufrir, sino, para ser, plenamente felices, y por tanto, el trabajo, de esa persona, en el mundo, es, y será, siempre, algo, completamente anómalo, no creado por Dios, sino, creado, por el diablo, pues, ese diablo, fue, el autor, de la estancia humana, en el planeta tierra.
Y por tanto, ese trabajo, se puede convertir, potencialmente, en una cierta, locura, sufrida, por esa persona, que se puede convertir, fácilmente, en una cierta delincuencia, de esa persona.

Javier Rubio Ortín

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