Mártires ejemplares, para todos.
Job, y s. Pablo.
Job, que, fue liberado, del mal, enteramente, por Dios, tras mandarle, ese mismo, Dios, una cierta cantidad, de males.
Y s. Pablo, que, fue liberado del mal, para siempre, enteramente, por Dios, tras sufrir, s. Pablo, en el mundo, lo mismo, que, había sufrido, Cristo, en la cruz, pero, eso sí, repartido, a lo largo, de muchos años, de vida mundana.
Javier Rubio Ortín
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