Jacob, viaja, al cielo.

Jacob, viaja, al cielo.

Es decir, Jacob, completamente sano, concilia, un sueño, muy feliz, y por tanto, Jacob, atraviesa, un túnel, muy oscuro, a toda velocidad, y entra, en contacto, con los ángeles, o seres luminosos, habitantes, del cielo.
Y posteriormente, Jacob, despierta, de ese sueño, celestial, en el mismo lugar, del mundo, en el que, lo había conciliado.
Jacob, potencialmente, podría haber despertado, de ese sueño celestial, en otro, planeta, del cosmos, o en el interior, de una nave piramidal, pero, Jacob, despierta, de ese sueño celestial, en el mismo, planeta tierra, en el que, lo ha conciliado.
O bien, Jacob, se podría, haber quedado, a vivir, en dicho cielo, para siempre, sin volver, a despertar, de nuevo, en el planeta tierra.
Jacob, viaja, al cielo, por tanto, lo mismo, que, Jesucristo, en su transfiguración, o lo mismo, que s. Pablo, en varias ocasiones.
Y de esta manera, Jacob, nos enseñó, a todos, que, para viajar, desde, el cosmos, al cielo, no son necesarias, en absoluto, ni las enfermedades, ni muchísimo, menos, la muerte cadavérica.

Javier Rubio Ortín

Be First to Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *


uno + 3 =