Sodoma, y Gomorra.
Dios, ha tenido, siempre, como, enemiga principal, a las muertes, cadavéricas, potenciales, de todos, sus cosmonautas, extraviados, en el planeta tierra, de forma transitoria.
Dios, sabe, perfectamente bien, que, sus cosmonautas, extraviados, en el planeta tierra, a veces, se vuelven, homosexuales, y bisexuales, no, por propia voluntad, sino, porque, los vuelve, homosexuales, y bisexuales, la adversidad, del interior tenebroso, del planeta tierra.
Y por tanto, Dios, jamás, daría muerte, a uno solo, de sus cosmonautas, por causa, de sus desviaciones, sexuales.
Y mucho, menos, a unas ciudades, enteras.
Dios, quiere, por tanto, que, absolutamente, todos sus cosmonautas, se salven, y posteriormente, conozcan, la verdad, en las naves piramidales, por muy defectuosos, que, los haya vuelto, a esos cosmonautas, el planeta tierra, previamente.
Dios, no destruye, ciudades, con fuego, por tanto, sino, que Dios, se dedica, más bien, a abducir, a todos los habitantes, de esas ciudades, a otros planetas, del cosmos, las naves piramidales, o el cielo, por muy defectuosas, que sean, las vidas, de los habitantes, de esas ciudades.
Javier Rubio Ortín
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