Una persona, pura, se transmuta, en una persona, impura.
Es decir, una persona, que no sabe, lo que es, el sufrimiento, o mal, se transmuta, en una persona, que si sabe, lo que es el sufrimiento, o mal.
Es decir, un bebé, nace, en el mundo, crece, y se transforma, en un niño, adolescente, y joven.
O bien, un cosmonauta de Dios, viajero, por el cosmos, que, no sabe, lo que es, el sufrimiento, o mal, aterriza, en el planeta tierra.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment