La demencia, de un astrónomo.

La demencia, de un astrónomo.

Un astrónomo, observa, con sus ojos, a un cielo nocturno, y por tanto, ese astrónomo, conoce, perfectamente bien, a ese cielo nocturno, observado…
Pero…
¿Qué sucede….?
Que, ese astrónomo, afirma, que, no piensa, de ningún modo, a ese cielo nocturno, en forma, de unas ideas, más, o menos, felices.
Es, como, si ese astrónomo, afirmara:
“Conozco, perfectamente bien, a mi vida, en el mundo (Mi mujer, y mis hijos), pero, no pienso, de ningún modo, en forma, de unas ideas, más, o menos, felices, a esa vida mundana (Mi mujer, y mis hijos)”.
Es decir, ese astrónomo, solo recuperará, el juicio, cuando, admita, por fin, que, piensa, en forma, de unas ideas, más, o menos, felices, tanto, a su vida mundana, como, a ese cielo nocturno.
Es decir:
[Cielo nocturno] = [Vida mundana, de ese astrónomo (Su mujer, y sus hijos)] = [Ideas, más, o menos, felices, de ese astrónomo, nada más]

Javier Rubio Ortín

Be First to Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *


seis − 3 =