A una persona, que sufre, un cáncer, muy avanzado….
Un médico, del mundo, le explica, que, jamás, se va a convertir, en un cadáver, pues, su destino, natural, es, el de desaparecer, y el de aparecer, en el cosmos, un número de veces, ilimitado, hasta, volverse, joven, de nuevo…
Esa persona, se cree, la noticia, y por tanto, el cáncer, sufrido, por parte, de esta persona, desde, ese momento, y gracias, a la felicidad creciente, de esta persona, pues, tiende a desaparecer, enteramente, de la vida, de esa persona.
Es decir:
Persona, muy infeliz = Persona, cancerosa
Persona, feliz = Persona, sana.
Javier Rubio Ortín
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