Ser, un hombre, y ser, una mujer.

Ser, un hombre, y ser, una mujer.

Ser, un hombre, significa, solamente, el poseer, unos sueños, de unas sexualidades, 100 % masculinas, totalmente invisibles, a los ojos, de las demás, personas.
Y ser, una mujer, significa, solamente, el poseer, unos sueños, de unas sexualidades, 100 % femeninas, totalmente invisibles, a los ojos, de las demás, personas.
Y por tanto, ser, un hombre, y ser, una mujer, son unos asuntos, que, no tienen, nada, que ver, con la vida animal, humana.

Javier Rubio Ortín