El padre espiritual, de todos, los creyentes.
Es decir, el bendito, Abrahán.
¿Por qué, motivo?
Pues, porque, Abrahán, obedeció, a Dios, a la perfección, y por tanto, Abrahán, por medio, del poder de se mismo, Dios, abandonó, su casa, en el planeta tierra, y se volvió, un cosmonauta, viajero, por el cielo, y por el cosmos.
Javier Rubio Ortín
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