Un falso, cadáver humano.
Una persona, se salva, o concilia, un sueño, muy feliz, viajando, al cielo….
Y por tanto, esa persona, duerme, por completo, tanto, a sus pulmones, como, a su corazón.
Y por tanto, esa persona, ya no vive, en el mundo, sino, que vive, en el cielo.
Y Dios, en lugar, de hacer desaparecer, al cuerpo, 100 % dormido, pero vivo, de esa persona, del planeta tierra (Su destino natural), deja de que se convierta, en un cadáver, en el mundo.
Y por tanto, ha ocurrido, en el mundo, que, una persona, sin morirse, es decir, sin sufrir, ningún tipo, de mal, o enfermedad, se ha convertido, finalmente, en un cadáver.
Javier Rubio Ortín
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