Vanidad, de vanidades…
Todo, lo que, ocurre, en el mundo, es pura, vanidad…
¿Por qué, motivo…?
Pues, porque, según, Jesucristo, todo, ese mundo, dejará, de existir, para siempre, cuando, se vean, señales milagrosas, en el sol, la luna, y los cielos nocturnos.
Javier Rubio Ortín
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