Una pasión, de Jesucristo, sin señal de Jonás.
¿Cómo, hubiera sido?
Pues, Jesucristo, habría sido, crucificado, sin ninguna, tinieblas, de por medio, sin ningún, terremoto, de por medio, y después, tras concluir, su redención, la persona, de Jesucristo, se hubiera vuelto, invisible, en la misma cruz, a la vista, de todos, los presentes…
Y a los tres días, de todo, esto, la persona de Jesucristo, con todas, sus heridas, curadas, se hubiera vuelto, visible, de nuevo, en el mundo, y se hubiera manifestado, a sus discípulos, completamente sano.
Y por tanto, ninguna persona, hubiera hablado, después, de la muerte, de Jesucristo, en el mundo, porque, esa muerte, de Jesucristo, jamás se habría producido.
Pero, con este, final, de su crucifixión, los fariseos, jamás, habrían hecho, famosa, después, a la persona, de Jesucristo, en el mundo.
Así, que, la persona, de Jesucristo, se volvió, invisible, a los ojos humanos, pero, en su tumba, es decir, cuando, nadie, se enteró, del asunto, en medio, de densas tinieblas, y un gran terremoto.
Javier Rubio Ortín
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