La corona de la vida.
Es decir, la vida, de una persona, que carece, enteramente, de cadáver.
Es decir, la inmortalidad, por medio, del evangelio.
Es decir, el premio final, que perseguía, s. Pablo.
Es decir, el premio final, de cualquier persona, que, habita, el planeta tierra.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment