Bendito el que viene, en el nombre del Señor.

Bendito, el que viene, en el nombre del Señor.

 

 

Jesucristo, profetizó, hace, dos mil años: 

No conoceréis, la verdad, del evangelio, enteramente, hasta el momento, en que exclaméis, en el futuro:

                           Bendito, el que viene, en el nombre del Señor,

refiriéndose, sin duda, alguna, Jesucristo, al profeta Elías, el restaurador de la verdad, también según una profecía, del mismo, Jesucristo.

Pero…¿Por qué, una persona, es bendecida, por Dios?

Pues, Abrahán, fue bendecido, por Dios, porque, Abrahán, obedeció a Dios, enteramente, cuando, Dios, le ordenó, a ese Abrahán, el abandonar, su casa, en el interior del planeta tierra, o  mundo, y el volverse, un Hijo de Dios, viajero, libre, por todo el cosmos, con su única casa, permanente, en Dios-Padre.

Es decir, Dios, bendice, solamente, a todas aquellas personas, Hijos de Dios, e  Hijas de Dios, que, como, Jesucristo, como, Abrahán, o como, la v. María, huyen del interior del planeta, completamente vivas, es decir, sin dejar, unos cadáveres suyos, en el interior del planeta tierra, y por tanto, estas personas, se vuelven, viajeras, libres, por todo el cosmos, por medio, de las naves de Dios.

Bendición =  Ausencia de cadáver, en el mundo

¡¡¡Dios, bendiga, a todas las naciones del mundo!!!

 

 

Javier Rubio Ortín

 

 

 

 

 

 

 

 

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