El mundo, y la verdad.
Son, dos asuntos, totalmente incompatibles, entre sí.
A lo largo, de ocho mil años, Dios, habrá tratado, de introducir, la verdad, en el mundo, muchas veces, pero, todas, esas veces, el mundo, ha convertido, a esa verdad, introducida por Dios, en mentiras.
Y por tanto, la verdad, actualmente, no existe, escrita, en ningún libro, de ninguna biblioteca del mundo.
De manera, que, si una persona, que vive, en el mundo, desea conocer, la verdad, esa persona, no la puede encontrar, a esa verdad, en ningún libro del mundo, y por tanto, no le queda otro remedio, a esa persona, que pedirle, a Dios, que le enseñe, esa verdad.
Y por tanto, si Dios, salvara de la muerte, solamente, a las personas, que, conocen, la verdad, pues no salvaría, a ninguna persona.
Y por tanto, Dios, salva de la muerte, a todas aquellas personas, que le despiertan compasión, o misericordia, a causa, de sus vidas extraviadas, en el planeta tierra.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment