Alimentarse del cuerpo de Jesucristo.
Significa, el alimentarse, del cuerpo, de una persona, que, tras vivir, unos años, en el planeta tierra, abandonó, finalmente, ese planeta tierra, completamente viva, es decir, sin dejar, un cadáver suyo, en ese planeta tierra, es decir, volviéndose invisible, en ese planeta tierra, y visible, dentro de una nueva creación, hecha, de un 100 % de bien, y de un 0 % de mal.
Y por tanto, toda persona, que, comulga en Misa, al alimentarse, del cuerpo de Jesucristo, se alimenta, de su futura invisibilidad, en el planeta tierra, y de su visibilidad, dentro de una nueva creación, hecha de un 100 % de bien, y de un 0 % de mal, es decir, esa persona, se alimenta, de su inmortalidad, o de su ausencia de enfermedades, y muerte, por los siglos, de los siglos, es decir, por toda la eternidad.
Es decir, la persona, que comulga en Misa, muy pronto, se curará, de todas sus enfermedades, milagrosamente, por medio, del poder salvador de Dios, y después de esto, esa persona, no sufrirá ninguna enfermedad, por los siglos, de los siglos, es decir, por toda la eternidad.
Javier Rubio Ortín
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