Alimentarse, del cuerpo, de un Hijo de Dios…
Es lo mismo, que, el alimentarse, del cuerpo, de un cosmonauta de Dios, huido del planeta tierra, completamente vivo, y viajero, libre, por toda la creación, por medio, de los ovnis, o naves de Dios.
Y es lo mimo, que el alimentarse, del cuerpo de Jesucristo.
Y es lo mismo, que, el alimentarse, de la inmortalidad, por medio, del evangelio.
Y es lo mismo, que el comulgar, en Misa.
Y consiste, en alimentarse, una persona, de un cuerpo suyo, que, finalmente, en lugar de convertirse en un cadáver, agusanado, se volverá invisible, en el mundo, y visible, dentro de un ovni, o nave de Dios, por medio, del poder salvador de Dios.
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