De una pirámide asimétrica, a una pirámide, de simetría perfecta.

De una pirámide, asimétrica, a una pirámide, de simetría, perfecta.

Es decir, una pirámide, transmutándose, en el mineral, más duro, que existe, o Dios.
Es decir, una persona, viajando, hacia el universo, de velocidad lumínica, nula.

Javier Rubio Ortín

Be First to Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *


siete + = 8