Dios mío, quiero volverme, joven, de nuevo.
Le estás, pidiendo, a Dios, que deshaga, una obra, que, no es, suya, sino, que es, una obra, del diablo.
Y por tanto, Dios, con mucho placer, cumplirá, el deseo, de esa oración, siempre.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment