El amor, al cilicio, voluntario….

El amor, al cilicio, voluntario.

Una persona, le ora a Dios, de esta manera:
“No me quiero, enfermar, jamás, de ninguna enfermedad, pues, quiero, redimirme, del mal, no por medio, de enfermedades, sino, por medio, de un cilicio, voluntario, que practicaré, todos los días, de mi vida, hasta alcanzar, el día, de mi liberación”.
Y Dios, escucha, la oración de esa persona, y la cumple, y por tanto, esa persona, huye del mundo, finalmente, sin haber sufrido, jamás, ninguna enfermedad, en dicho mundo.

Javier Rubio Ortín

Be First to Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *


dos × = 6