El castigo de Dios.
Cuando, Job, terminó, de sufrir, en el mundo, una cierta cantidad, de mal, entonces, Job, fue purificado, de dicho mal, por el poder, de Dios, y por tanto, entonces, Job, se olvidó, de lo que es, el sufrimiento, o mal, para, siempre.
Pues bien, cualquier persona, anónima, que, vive, en el mundo….
¡¡¡Lo mismo, que, Job!!!
Javier Rubio Ortín
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