El destino final, de una persona, completamente ignorante.
Cuando, esa persona, termine, de sufrir, en el mundo, una cierta cantidad de mal, pondrá, un punto final, a su vida sufrida, por medio, de la justicia de Dios.
Después, esa persona, huirá, del planeta tierra, completamente viva, por medio, del poder de Dios, hacia, unos universos, del cosmos, más quietos.
Y por último, Dios, purificará, a esa persona, del mal, enteramente, transmutándola, por tanto, en una persona, que, no sabe, ni sabrá, jamás, lo que es el sufrimiento, o mal.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment