El diablo.
Es decir, el interior tenebroso, del planeta tierra, o mundo.
Este diablo, por tanto, es, el autor, de una vida humana, defectuosa, trastornada, enloquecida, pecadora.
Y por tanto, una vida humana, endemoniada, es simplemente, una vida humana, influenciada perniciosamente, por el interior tenebroso, del planeta tierra.
Este diablo, fue, el que, tentó, a Jesucristo, para que, Jesucristo, se olvidara, por completo, de su vida, de cosmonauta, viajero, por el cosmos.
Javier Rubio Ortín
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