El evangelio, y la muerte.

El evangelio, y la muerte.

¡¡¡La vida cristiana, es una vida, sin cadáveres!!!
Jesucristo: Quien, crea, en mí, aunque, se alimente, con el peor, de los venenos, no sufrirá, ningún mal.
S. Pablo, fue mordido, por una víbora, y no sufrió, ningún, daño.
Esteban, iba a ser, apedreado, pero, antes de sufrir, ninguna pedrada, fue abducido, al cielo, en cuerpo y alma.
Como, Jesucristo, tras su crucifixión, ocultó, su salvación, al mundo, tuvo, un final, tenebroso.

Javier Rubio Ortín

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