El poder, de Dios, se perfecciona, en la debilidad.
¿Por qué, motivo?
Pues, porque, toda persona, cuando, termina, de sufrir, en el mundo, una cierta cantidad, de mal, se olvida, para siempre, de la existencia, de ese mal.
Es decir:
Mal + [Una cierta cantidad, de ese mal] = ¡¡¡Bien, para siempre!!!
Javier Rubio Ortín
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