El reinado, de la muerte ficticia.

Dios, oculta, la salvación, del mundo.

Lo natural, es que, todas, las personas, desaparezcamos, del cosmos, sin dejar rastro, y lo artificioso, es que, las personas, dejemos, unos cadáveres, en ese cosmos.
Pues bien, como, Jesucristo, tras su crucifixión, ocultó, al mundo, su desaparición, del cosmos, pues, Dios, durante, veinte siglos, también, le ha ocultado, a todo el mundo, su correspondiente, desaparición, del cosmos.
Es decir, durante, veinte siglos, todas, las personas, han desaparecido, del cosmos, pero, sin que el mundo, se enterara, de ello.
Y por tanto, ha sucedido, en el mundo, que así, como todos, creyeron, erróneamente, que, Jesucristo, había, muerto, en la cruz, esa misma, muerte ficticia, ha reinado, también, en todo el mundo, a lo largo, de veinte siglos.
Y por tanto, la resurrección, de los muertos, que describe, la Biblia, se produce, cuando, todo, ese mundo, descubre, por fin, que carece, por completo, de cadáveres humanos, en sus entrañas, es decir, la resurrección de los muertos, se produce, cuando, ese mundo, se da cuenta, por fin, de que su muerte, ha sido, siempre, completamente ficticia.

Javier Rubio Ortín

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