¡¡¡Enterradas, vivas!!!
A lo largo, de veinte siglos, lo habitual, ha sido, el enterrar, en sus tumbas, a unas personas, completamente vivas, y que, posteriormente, estas personas, completamente vivas, desaparecieran, del cosmos, en sus sepulcros.
Es decir, lo mismo, que, ocurrió, con la persona, de Jesucristo, hace dos mil años.
Y es que, el mundo, ha ignorado, siempre, que potencialmente, una persona, se podía morir, pero, que, también, esa misma persona, se podía, transmutar, en una piedra preciosa, completamente viva, por medio, de un sueño, muy profundo.
Es decir:
1ª Opción:
Persona + Separación (Vigilia) = Cadáver
2ª Opción:
Persona + Unión (Sueño) = [Piedra preciosa, eterna, inmortal, invisible, a los ojos humanos]
Javier Rubio Ortín
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