Envejecer, y rejuvenecer.

Envejecer, y rejuvenecer.

 

 

 

 

Una persona, se envejece, si esa persona, tiende a poseer, una felicidad nula, mientras está despierta a la vigilia, y por tanto, esa persona, tiende a reblandecerse, hasta convertirse, en un cadáver, completamente blando, por medio, de muchas enfermedades.

Y una persona, tiende a rejuvenecerse, si esa persona, tiende a ser, plenamente feliz, mientras duerme, y por tanto, esa persona, tiende a endurecerse, hasta convertirse, en un diamante, 100 %, puro, invisible, a los ojos humanos.

Y por tanto, si una persona, tiende siempre, a endurecerse (y por tanto, no tiende nunca, a reblandecerse), dentro de una pirámide, que quiere ser, 100 % regular, esa persona, en lugar de envejecerse, se rejuvenece, siempre, y por tanto, esa persona, en lugar de tender a parecerse, a un cadáver, por medio, de muchas enfermedades, tiende siempre, a parecerse, a un diamante, invisible a los ojos humanos.

 

 

Javier Rubio Ortín

 

 

 

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