Ignorantes, en el mundo, y sabios, en las naves, piramidales.
Es decir, una persona, solo, puede adquirir, verdadera sabiduría, si esa persona, abandona, las tinieblas, del planeta tierra, y se convierte, en la tripulante, de una nave piramidal, viajera, por el cosmos.
Javier Rubio Ortín
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