Imitar en todo, a los faraones egipcios.
Es decir, tener a nuestra disposición, a una pirámide, muy simétrica, y cobijarnos, dentro de ella, mientras dormimos, apaciblemente, esperando, por tanto, el momento, en el cual, el poder salvador de Dios, nos duerma, en el reino de los cielos, volviendo a nuestros cuerpos físicos, invisibles, dentro de esa pirámide, y visibles, tal vez, dentro de un ovni.
¡¡¡Quien quiera, hacer, todo esto, que lo haga!!!
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