Jesucristo, desaparecido, del mundo, vuelve, a aparecer, en ese mundo.
Completamente, sanado, de sus heridas.
Y por tanto, el gran pez, vomita, a la persona, de Jesucristo, en el mundo, de nuevo.
Y se muestra, a sus discípulos.
Y por tanto, muchos, de esos, discípulos, creen, erróneamente, que el cadáver, de Jesucristo, ha resucitado.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment