Jesucristo, desobedece a Dios, en la misma cruz….
Y por tanto, Jesucristo, en lugar, de volverse, invisible, a los ojos humanos, en la misma cruz, se vuelve, invisible, a los ojos humanos, poco después, en su sepultura.
Y por tanto, Dios, a esta, desobediencia, de Jesucristo (Señal de Jonás), la llena, de densas tinieblas, y un gran terremoto.
¿Debemos, de imitar, esta desobediencia, de Jesucristo, todas, las demás, personas?
¡¡¡No!!!
Javier Rubio Ortín
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