Jesucristo, el rey, de la felicidad humana.
¿Quiere ser, una persona, 100 % feliz?
Jesucristo, lo aprueba.
¿Quiere, una persona, que su felicidad, oscile, entre un 100 %, y un 30 %?
Jesucristo, lo aprueba.
¿Quiere, una persona, que su felicidad, esté comprendida, entre un 30 %, y un 0 %?
Jesucristo, lo desaprueba, por completo, y si esa persona, pretende, el ser infeliz, a toda costa, esa persona, es torturada, precisamente, con el grado de felicidad, que pretendía poseer, hasta que, esa persona, desiste, en su deseo, de ser infeliz, y aspira, de nuevo, a que su felicidad, oscile, de nuevo, entre un 30 %, y un 100 %, de la felicidad, plena humana.
¡¡¡Así es, la nueva creación!!!
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