Jesucristo: Vosotros, sois, la sal, de la tierra.
Es decir, vosotros, sois, la sal, que, sirve, para, poder conservar, a las vidas, de todas, las personas, que habitan, en el mundo, para, unas futuras, vidas eternas (o inmortales), dedicadas, a desaparecer, y a aparecer, en el cosmos, un número de veces, ilimitado.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment