La belleza, de la vida, de una persona.
Si es, la máxima, posible, entonces, esa persona, es eterna, o inmortal, como, Dios, invisible a los ojos humanos.
Si es, la mínima, entonces, esa persona, es una persona moribunda.
Si la belleza, de la vida, de una persona, tiende a crecer, hasta la máxima, o bien, tiende a permanecer, constante, entonces, esa persona, tiende a ser, inmortal.
Y si la belleza, de la vida, de una persona, tiende a decrecer, hasta cero, entonces, esa persona, tiende a enfermarse, y tiende a morirse.
La belleza, de la vida, de una persona, es la felicidad, de esa persona, y es, también, la regularidad, la simetría, y el orden, de esa persona.
Un persona, cobijada, dentro de un objeto, muy bello, o sometida, a la influencia, de un objeto, muy bello, tiende a incrementar, su belleza.
Y esa misma persona, cobijada, dentro de un objeto, muy feo, o sometida a la influencia, de un objeto, muy feo, tiende a disminuir, su belleza.
Cuando, duerme, una persona, su vida, incrementa, su belleza.
Y cuando, despierta a la vigilia, una persona, su vida, disminuye, su belleza.
¡¡¡La Medicina, por tanto, es el arte, de intentar embellecer, la vida, de una persona!!!
Javier Rubio Ortín
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