La búsqueda, de la felicidad humana, máxima, en el mundo.
¿Cuando, una persona, tiende a volverse, de felicidad máxima?
Pues cuando, esa persona, se duerme, muy profundamente, y por tanto, esa persona, se vuelve, muy quieta, regular, simétrica, u ordenada, es decir:
Hacia la felicidad humana, máxima = Hacia una persona, 100 % dormida = Hacia la belleza máxima = Hacia la quietud total = Hacia la regularidad total = Hacia la simetría perfecta = Hacia el orden total = Hacia la inmortalidad = Fuerza de unión
¿Y cuando, una persona, tiende a volverse, de felicidad nula?
Pues, cuando, esa persona, se despierta, por completo, a la vigilia, y por tanto, esa persona, tiende a volverse, completamente movida, irregular, asimétrica, o desordenada.
Hacia la felicidad nula = Hacia una persona, 100 % despierta a la vigilia = Hacia la fealdad total = Hacia el movimiento máximo = Hacia la irregularidad total = Hacia la asimetría total = Hacia el desorden total = Hacia la muerte = Fuerza de separación.
Y por tanto, si revestimos, a una persona, de sueño, simetría, orden, regularidad, unión, o quietud, por ejemplo, cobijándola, dentro de un gran diamante gigante (Tetraedro regular), esa persona, tiende a volverse inmortal.
Y por tanto, si cobijamos, a una persona, dentro de la vigilia, asimetría, desorden, irregularidad, separación, o movimiento, de los gases, y el fuego, esa persona, tiene a morirse, y convertirse, por tanto, en un cadáver.
Javier Rubio Ortín
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