La duración, de una, vida humana.
Depende, del grado, de dureza, que posea, esa vida humana.
Es decir, si una vida humana, posee, la dureza, de un diamante, entonces, la duración, de esa vida humana, es eterna, o ilimitada.
Y cuando, una, vida humana, adquiere, una cierta blandura, límite, entonces, esa vida humana, se muere, o se convierte, en un cadáver.
Cuanto, más corazón, y más pulmones, posee, una persona, más blanda, resulta, la vida, de esa persona, y por tanto, más corta, resulta, la vida, de esa persona.
Y cuanto, menos corazón, y menos, pulmones, posee, una persona, más dura, resulta, la vida, de esa persona, y por tanto, más larga, resulta, la vida, de esa persona.
Una persona, se endurece, por tanto, durmiendo, lo más posible, tanto, a sus pulmones, como, a su corazón, y pareciéndose, lo más posible, esa persona, a un diamante gigante, muy bello.
Javier Rubio Ortín
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