La fe en Cristo, una fe, alegre.

La fe en Cristo, una fe alegre.

 

 

 

 

¿Por qué, motivo?   

 

 

Pues, porque, Jesucristo, les dijo, a los fariseos, hace dos mil años:

Quien cree, en mi persona, no se morirá jamás, es decir, quien cree, en mi persona, no se enfermará jamás, de ninguna enfermedad, pues, esa persona creyente, no padecerá jamás, ni hambre de alimentos, ni sed de agua, en su gloriosa vida eterna, de un Hijo de Dios, viajero, libre, por todo el cosmos, es decir, quien cree, en mi persona, tendrá, el mismo destino final, en el mundo, que el que tuvieron, el patriarca Enoc, o el profeta Elías, según relata, la Biblia.

Y por tanto, s. Pablo, s. Pedro, y todos los verdaderos discípulos de Jesucristo, hace, dos mil años, estaban siempre, muy alegres, en su fe, en Jesucristo, pues sabían, que su creencia, les volvería, al final, eternos, o inmortales, como, Enoc, o como, Elías.

 

 

 

 

 

 

 

Javier Rubio Ortín

 

 

 

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