La infelicidad.
Es, la ausencia, de felicidad, o bien, una felicidad, muy pequeña.
Cuando, una persona, posee, una felicidad, extremadamente pequeña (Gran infelicidad), entonces, esa persona, piensa, al fuego, y a la muerte.
Y cuando, esa persona, posee, una felicidad, un poco, más grande, entonces, esa persona, piensa, al hidrógeno.
Y cuando, la felicidad, de esa persona, es mayor, entonces, esa persona, piensa, a todo, los gases.
Y cuando, la felicidad, de esa persona, es, mucho, más grande, entonces, esa persona, ya no piensa, a los gases, sino, que, piensa, a la solidez.
En otras, palabras, cuando, la felicidad, de una persona, tiende a volverse, nula, entonces, esa persona, tiende, a pensar, a su propia muerte, por medio, de pensar, esa persona, al hidrógeno.
Es decir, la muerte, de una persona, es simplemente, la transmutación, de esa persona, en hidrógeno, porque, su felicidad, tiende, a volverse, completamente nula.
Cualquier tipo, de cáncer, consiste, por tanto, en una hidrogenación, más, o menos, grande, de una persona, generada, porque, la felicidad, de esa persona, tiende a volverse, completamente, nula.
Es decir, un tumor maligno, es una carne humana, hidrogenada.
Es decir, una célula, cancerígena, es simplemente, una célula, sana, pero, hidrogenada.
Javier Rubio Ortín
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