La ley, y el pecado.
El pecado, es la estancia, de las personas, en el interior tenebroso, del planeta tierra.
Y este pecado, se limpia, enteramente, cuando, esas personas, terminan de sufrir, en dicho, planeta tierra, una cierta cantidad de mal.
Y la ley, tiene, un único objetivo, el premiar, a la persona, que la cumple, con su salvación, su vida eterna, o su inmortalidad, con la desaparición, de esa persona, del planeta tierra, sin dejar rastro.
ES decir, la ley, no sirve, para arreglar, el mundo.
Es decir, la ley, no sirve, para, purificar, del mal, a las personas.
Es decir, la ley, no sirve, para limpiar, del pecado, a las personas.
Javier Rubio Ortín
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