La obra del diablo.
Es decir, la estancia humana, en el interior, tenebroso, del planeta tierra.
Y por tanto, el diablo, el autor, de la existencia, del sufrimiento, en la vida humana.
Y la obra de Dios, o vida humana, viajera, libre, por el cielo, y por los universos, del cosmos.
Y por tanto, Dios, el autor, de la vida humana, que, no sabe, lo que es, el sufrimiento, o mal.
Javier Rubio Ortín
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